El Poder de la Tecnología

El 9 de marzo de 2000 la NASDAQ, una medida del sector de alta tecnología de los Estados Unidos, logró una altura insuperable cuando alcanzó su mejor momento por encima de la marca de los 5,000 puntos. Un año después perdió 59% de su valor y osciló alrededor de los 2,000 puntos. Evidentemente, el entusiasmo en exceso y la ambición impulsaron el índice hacia alturas inverosímiles.

Por el mismo periodo el índice japonés Nikkei perdió 35% de su valor, cayendo desde la marca de más de 20,000 puntos hasta aproximadamente 13,000. Y aún no hace muchos años el Occidente volteó la mirada hacia Japón por sus exitosos modelos empresariales. La sabiduría convencional ahora dice que, para volver a tener éxito, los negocios japoneses deben experimentar situaciones difíciles y una reestructuración radical.

Éstos son algunos de los pensamientos expresados en una conferencia a la que asistí sobre prospectos económicos mundiales, donde destacaron los inesperados altibajos que prevalecen cada vez más en la economía mundial tan rápidamente cambiante.

La conferencia, que se celebra cada año, fue organizada por la Fundación Milken. Nadie podría negar la autoridad con la que hablaron los distinguidos panelistas. Estuvieron presentes ocho Premios Nóbel, quienes junto con otros líderes abordaron los retos en desarrollo tecnológico, economía regional, negocios y finanzas.

Sin embargo, conforme se desarrollaba la conferencia se hacía evidente que las cuestiones morales sin resolver acechan el entorno de muchas cuestiones económicas. También se hizo evidente que las inquietudes morales pueden quedar rezagadas por falta de sabiduría, conocimiento, interés o preocupación.

Es necesario tomar en cuenta los dilemas éticos que surgen como resultado de los avances en la industria de la biotecnología en desarrollo. La conferencia reveló que se han recaudado aproximadamente 30 mil millones de dólares para financiar nuevas empresas en el campo. Al mismo tiempo, los expertos reconocen que las políticas públicas para dirigir el avance de la biotecnología están en sus inicios. El conferencista Francis Fukuyama, profesor de política pública en la Universidad George Mason, señaló que efectivamente éste es el problema menos tratado por los investigadores. ¿Y cómo impedir que tanto dinero deje atrás la elaboración de políticas morales para limitarse al crecimiento inexorable de la biotecnología?

Las conferencias importantes como la patrocinada por Milken con frecuencia apenas rozan las cuestiones morales que necesitan urgentemente una respuesta. Parece que nada está más allá de nuestro alcance cuando se llega a conquistar el mundo físico, pero no sabemos qué hacer para tratar las cuestiones morales. Nos va muy bien al enviar a un conciudadano al espacio para luego regresarlo a enfrentar los problemas en casa que él no puede resolver. Los temas sobre relaciones con frecuencia acaban sin un acuerdo. Las guerras dan como resultado la pérdida catastrófica de vidas porque somos incapaces de evitarlas.

Somos seres físicos con problemas espirituales y los problemas espirituales requieren soluciones espirituales.

¿No corremos ese riesgo cuando dejamos de tomar en cuenta al Creador en nuestros grandiosos esquemas? ¿Acaso no nos equivocamos al ignorar o rechazar Sus normas morales y éticas? ¿Por qué tan pocos conferencistas fueron capaces de hablar de las dimensiones morales necesarias en el comportamiento humano, como la económica, la social, la científica y otras? Este número de Visión se enfoca una vez más en estas dimensiones morales fundamentales.